La salud es un derecho social y se define, según la (OMS, 2010) como “un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Esto quiere decir que a lo largo de nuestra vida estaremos en medio de lo que es la salud y la enfermedad, teniendo en cuenta que no existen absolutismos en el balance que acompaña el bienestar de la salud y lo que es la enfermedad. Por lo que es importante reconocer los diferentes factores que influyen e intervienen en la salud. Llevar la vida balanceada que deseamos implica mantener una serie de hábitos que nos ayuden a promover un estilo de vida consiente y saludable.
Hemos adoptado hábitos en todos los entornos de nuestra vida, por lo que ha llegado la hora de preguntarnos, ¿cuáles de estos hábitos aún me proporcionan un bienestar y salud?
Entre los aspectos que se recomienda tener para una vida saludable se encuentra:
- El ejercicio
- La alimentación
- La recreación
- Acudir al médico regularmente
- Cuidar de nuestra salud emocional
- Dormir bien
- No fumar
El autocuidado
El autocuidado es la decisión de cuidarte a ti mismo y entender que nadie va a hacerlo por ti. Según la OMS: “El autocuidado es la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a las enfermedades y discapacidades, con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica”.
Para una vida saludable tenemos una gran responsabilidad frente a la prevención de enfermedades y la preservación de la salud, en primer lugar debemos cuidar de nosotros mismo y preguntarnos que necesito con una respuesta honesta.
Hábitos para una vida saludable
Es importante generar hábitos que nos permitan gozar de una vida óptima, veamos algunos consejos:
Cuida tu alimentación
Una dieta equilibrada tiene grandes beneficios en nuestra calidad de vida. Una alimentación a base de frutas, verduras y granos integrales es indispensable para el día a día.
Haz deporte
La actividad física es vital para nuestro bienestar corporal y trabajar en los niveles de estrés. Puedes incluir el yoga, en internet encuentras cursos geniales para principiantes, dar una caminata al día, ir al gimnasio o unirse a una clase de deporte que siempre quisiste participar, esto te motivara con una comunidad. Nunca es tarde para empezar.
Cuida tu higiene y previene
En épocas de pandemia, la higiene es un tema que ha cobrado mucha más importancia o por lo menos ha generado más conciencia.
Todo lo que nos rodea está lleno de microorganismos que pueden afectar nuestra salud, por lo que es importante lavarnos las manos cuando llegamos a casa, antes de comer o tener contacto con alimentos.
Una ducha diariamente contribuye a un cuidado de la piel y la higiene bucal nos ayuda a prevenir muchas enfermedades. La visita regular al médico es fundamental para la prevención de enfermedades.
¡No te olvides de tu salud mental!
El bienestar mental es una parte fundamental de la salud, así como se mencionó en la definición de la OMS. Teniendo en cuenta que la salud física y mental están estrechamente vinculadas, por lo que repercuten o positiva o negativamente en la otra.
El estrés es un factor que influye desde lo interno hasta lo externo, reconocer nuestros estresores es importante para mantener el balance, así como: descansar bien, tomarnos pausas activas, reconocer nuestras emociones, dedicarnos unos minutos al día para la meditación o ejercicios de relajación y aprender a pedir ayuda cuando es necesario.
Toma las riendas de tu salud
Es valioso reconocer nuestras necesidades y hacer algo por nosotros mismos, si te das cuenta hay una cantidad de concejos que puedes aplicar para crear tu cultura de vida saludable y generar ese amor propio partiendo desde el autocuidado por medio de pequeños pasos que realizaras día a día. No tienes que abordar todo de una vez. Prográmate y has de tu cuidado una prioridad.
Por eso anímate a seguir estos consejos y si encuentras alguna dificultad que se salga de tu alcance, solicita una cita con un especialista de la salud mental o tu médico de cabecera.
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